Un año y nueve meses después de ingresar al Ejecutivo como titular de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana juró este miércoles como nuevo jefe de Gabinete Ministerial, en reemplazo de Gustavo Adrianzén, quien en la víspera renunció al cargo ante una inminente censura del Congreso, a raíz de la masacre de 13 trabajadores mineros en Pataz, en La Libertad.
Arana mantuvo a todos los integrantes del Consejo de Ministros liderado por su antecesor, aunque fuentes allegadas a él no descartaron que en las próximas semanas se realicen algunos ajustes. Fueron ratificados también el acuñista César Sandoval Pozo en Transportes y Comunicaciones, el general PNP (r) Carlos Malaver Odias en Interior, y Raúl Pérez Reyes en Economía y Finanzas. Todos ellos juraron el martes y volvieron a hacerlo el miércoles.
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Pérez Reyes está en el Ejecutivo desde enero del 2023 cuando asumió el Ministerio de la Producción y en setiembre de ese mismo año pasó al MTC. El MEF es su tercera cartera en la administración Boluarte.
El único rostro nuevo en el Gabinete Ministerial es el de Juan Alcántara Medrano, quien sucedió al hoy primer ministro al frente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
(Foto: Britanie Arroyo | El Comercio)
Alcántara se venía desempeñando, desde mayo del 2024, como viceministro de Justicia y fue el alto funcionario que justificó el intento del gobierno de imponer a los medios de comunicación privados una franja informativa durante los estados de emergencia. Esta medida, que luego fue descartada ante la ola de críticas, fue anunciada por Arana durante una de las sesiones del llamado “cuarto de guerra”.
El ministro de Justicia ya ha sido funcionario, en el pasado, de la administración Boluarte en el Despacho Presidencial, donde fue subsecretario general, y en la cartera de Salud, donde fue secretario general.
En declaraciones a “Panorama”, cuando laboraba en el Minsa, Alcántara reconoció que es amigo desde “hace años” del “hermanísimo”.
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El nuevo presidente del Consejo de Ministros afronta una investigación fiscal por el presunto delito de tráfico de influencias agravado y, alternativamente, cohecho activo específico, en el marco del llamado Caso Los Cuellos Blancos del Puerto. En enero último, el juez supremo Juan Carlos Checkley ordenó el levantamiento de su secreto a las comunicaciones, a fin de que se acceda a los registros de sus llamadas con el exjuez superior Walter Ríos.
Entonces, Arana cuestionó la medida judicial y refirió que “por defender los derechos humanos de un ciudadano a quien no se le atendía, la fiscalía pretende criminalizar el trabajo de los abogados”. “Eso no es correcto”, complementó.
En enero último, Arana, como titular de Justicia y Derechos Humanos, defendió las observaciones que hizo el gobierno a la autógrafa de ley que restituía la detención preliminar en no flagrancia. Esta decisión provocó que el país estuviera sin esta figura durante tres meses.
“El Ejecutivo ha considerado que no puede haber Estado de derecho donde la presunción de inocencia no sea bien observada y donde el fiscal, en lugar de una investigación prolija o por lo menos tener elementos de juicio, haga lo más fácil que es ‘lo traigo aquí, lo meto preso, lo encierro, le aplico el terror de ausencia de libertad y esta persona es capaz de decir cualquier cosa’”, señaló.
(Foto: Presidencia Perú)
/ En la ceremonia de juramentación, que se realizó en la Sala Eléspuru de Palacio de Gobierno, también estuvo presente Adrianzén, quien al final se acercó para ser parte de la foto protocolar.
Fuentes del Ejecutivo indicaron a El Comercio que el canciller Elmer Schialer Salcedo se encontraba retornando al Perú desde China, por lo que prestara juramento una vez que esté en Lima.
El respaldo naranja
Tras la renuncia de Adrianzén-que se dio la noche del martes, a solo cinco horas de haber hecho ajustes al Gabinete Ministerial- la presidenta Boluarte tenía cuatro nombres en el bolo para la PCM: Arana, Morgan Quero (Educación), Daniel Maurate (Trabajo y Promoción del Empleo), y Walter Astudillo (Defensa).
La opción de Arana cobró fuerza al contar con el respaldo del fujimorismo, que, de acuerdo con fuentes del Ejecutivo, había solicitado hace meses que suceda a Adrianzén en la PCM.
La relación entre el nuevo primer ministro y Fuerza Popular es positiva, agregaron las mismas fuentes, porque su cartera no se opuso en diciembre del 2023 a la restitución del indulto humanitario al hoy fallecido expresidente Alberto Fujimori por parte del Tribunal Constitucional y porque no puso trabas para su liberación.
Además, Arana tuvo hasta este miércoles a Juan Falconi Gálvez como su jefe de Gabinete de Asesores en Justicia y Derechos Humanos. Este abogado fue viceministro de Justicia entre setiembre de 2017 y abril de 2018, cuando bajo la gestión de Enrique Mendoza, se dio la gracia presidencial al exmandatario sentenciado por las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos.
Las mismas fuentes señalaron que el último empujón para la salida de Adrianzén y el ascenso de Arana lo dio el fujimorismo con su comunicado del martes a favor de la censura del primero.
También señalaron que el nuevo primer ministro realizaría algunos ajustes al consejo en las próximas semanas.
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Y que otro factor para que la presidenta lo elija nuevo titular de la PCM fue que cree que puede recuperar el consenso con algunas fuerzas políticas del Congreso. “Él es una persona hábil, que no genera anticuerpos y con la capacidad de generar consensos, es muy diplomático”, acotaron.
En declaraciones a la prensa, la primera vicepresidenta del Congreso, Patricia Juárez (Fuerza Popular), dijo, antes de la juramentación, que Arana representaban “una buena carta” para la PCM.
(Foto: Archivo GEC)
Y, tras la ceremonia, la parlamentaria fujimorista sostuvo que creía que el nuevo primer ministro va a tener capacidad de concertar con algunos grupos políticos que se requieran”. “El premier es, por lo menos, un ministro que tiene algo de experiencia, no solamente técnica sino política”, complementó en señal de respaldo.
Al respecto, el portavoz de la bancada de Fuerza Popular, Arturo Alegría, refirió que la postura de Juárez es a título personal y que más allá de simpatías, el nuevo jefe de Gabinete Ministerial “tiene una tarea muy difícil por delante”, que es la de brindar resultados en el corto plazo.
En comunicación con El Comercio, Alegría sostuvo que la designación de Arana como primer ministro evidencia que la presidenta Boluarte “no tiene cuadros” fuera de su círculo de confianza.
“Arana podrá tener cualidades, pero el gran problema que tiene es que la mayoría de este Gabinete no ha dado resultados, debe dar un giro de timón verdadero y eso es muy difícil de conseguir, más aún tratándose de un año preelectoral, donde deben dejar las cosas ordenadas”, remarcó.
También calificó como “un grave error” la continuidad de Astudillo como ministro de Defensa, a quien su bancada ve como uno de los responsables de la masacre de Pataz. E informó que su agrupación ya está por concluir la redacción de la interpelación en contra de este y que evaluarán si continúan o no con esta acción de control.
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El rechazo
El excongresista Aron Espinoza, dirigente de Podemos Perú, afirmó que su partido considera que la presidenta Boluarte “no da señales de cambio y continúa gobernando de espaldas al país”, tras la juramentación de Arana como primer ministro.
En ese contexto, Espinoza adelantó que su bancada “no autorizará el viaje” solicitado por la mandataria al Vaticano para la entronización del papa León XIV, que tiene nacionalidad peruana.
Y, por medio de un pronunciamiento, Podemos Perú anunció que no otorgará el voto de confianza al nuevo Gabinete Ministerial, porque Arana forma “parte del fracaso de este gobierno y de una vergonzosa repartija política”. “No existe ninguna garantía en un ministro al que se le escapan los presos de las cárceles”, agregó.
(Foto: Podemos Perú)
El partido de José Luna Gálvez también exhortó a las fuerzas políticas representadas en el Congreso a dejar de lado sus diferencias “y llegar a consensos para establecer un gobierno transitorio”.
A través de un comunicado, el partido y la bancada de Acción Popular lamentó que Boluarte haya ratificado a un “Gabinete sin resultados, ignorando, una vez más, la voz mayoritaria de la comunidad política, empresarial y de la sociedad civil, que demandaba un verdadero cambio”.
La agrupación de la lampa remarcó que la presidenta ha optado “por encerrarse en su reducido entorno político”, con la designación de Arana en la PCM, y ha priorizado “agendas personales, como su próximo viaje al Vaticano, en lugar de asumir con responsabilidad el mandato de convocar a un Gabinete de transición”.
Desde Renovación Popular, la congresista Norma Yarrow, antes de la juramentación, criticó el eventual nombramiento de Arana como primer ministro.
“Es un ministro que no ha podido con el tema penitenciario, hemos visto el colapso del INPE, se han fugado reos”, expresó.
(Foto: Mario Zapata | GEC)
Acuña espera que le den la confianza
César Acuña, gobernador regional de La Libertad y líder de APP, dijo que espera que los 130 congresistas le den el voto de confianza al nuevo Gabinete Ministerial, porque “necesitamos estabilidad”.
En declaraciones a la prensa, Acuña sostuvo que conoce a Arana y que, en su opinión, estaba realizando “una buena gestión en Justicia”.
“Esperemos que esa experiencia que ha logrado en el Ministerio de Justicia ahora lo implemente como premier. Hay más que nunca nos conviene como país que el premier cumpla con las políticas diseñadas por el gobierno [...] Y que la prioridad de finales [de esta administración] sea la seguridad y el desarrollo económico”, concluyó.
Por la mañana, antes de la juramentación, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, afirmó que antes de pensar en el viaje al Vaticano, el gobierno debe “arreglar la casa”. En ese sentido, dijo que el país requiere un primer ministro “fuera del entorno presidencial y del actual Gabinete”.
(Foto: Mario Zapata | GEC)
En declaraciones a la prensa, señaló que se necesita conformar un Gabinete de “unidad nacional” y que sea capaz de entregar el país “en paz, con crecimiento económico y con avances en la lucha contra la criminalidad”.
Los tres retos
El analista político Enrique Castillo consideró que la presidenta Boluarte tenía dos opciones: la mejor y la ideal era que nombre a un primer ministro con capacidad y autoridad para darle un nuevo giro al gobierno y con eso generar respaldo y la otra era “quedarse con alguien de su propio entorno”, que finalmente sucedió.
“Ha elegido a un ministro, como Arana, que es de su absoluta confianza, como lo hizo en los casos anteriores. Ha elegido a un primer ministro con perfil bajo, pero que ha sabido manejarse bien en su relación con los grupos políticos que sostienen al gobierno. Vamos a tener el mismo rumbo, son casi los mismos ministros”, manifestó.
En declaraciones a El Comercio, Castillo señaló que si bien el nuevo jefe de Gabinete Ministerial, “no pudo” con la crisis de los penales ni frenó los cambios a la ley de extinción de dominio, cuando estuvo en la cartera de Justicia y Derechos Humanos, “no se ha desgastado tanto” como el resto de su equipo.
“Él ha tenido la fama de ser el poder detrás del poder. Y en realidad, las cartas se juegan en función a los intereses de la presidenta y no del gobierno del país, no habrá muchos cambios. Al contrario, lo que habrá es una suerte de aislamiento respecto a los medios de comunicación”, subrayó.
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Castillo refirió que entre los principales retos del nuevo primer ministro están dirigir la política de seguridad, que fue lo que se le reclamó a Adrianzén.
“El primer ministro viniendo del sector Justicia va a tener que trabajar muy de la mano con Interior y tratar de recomponer las relaciones del gobierno con la fiscalía y el Poder Judicial, a fin de luchar en contra del crimen organizado. En segundo lugar, debe procurar que los cambios económicos dejados por Salardi sigan generando ánimo entre los empresarios y [la proyección de crecimiento] no se pare”, opinó.
Por último, Castillo sostuvo que Arana debe generar políticas “que permitan eliminar en el Congreso la idea de una vacancia cercana” en contra de Boluarte.
“Hay congresistas que están entusiasmados con un gobierno de transición, no sería raro que eso tome fuerza, uno de los retos de Arana es mostrar una actitud que pueda hacerle frente a estas demandas”, concluyó.
