
La extensión del Reinfo aprobada por el Congreso a fines del año pasado está por extinguirse este 30 de junio. Lo más probable, sin embargo, es que el Ejecutivo amplíe su vigencia por seis meses más, a pesar de que, como hemos explicado aquí muchas veces, se trata de un instrumento que brinda a la minería ilegal un parapeto para seguir operando impunemente.
Como se sabe, la condición que se estableció oficialmente para no prorrogarlo era que se aprobase primero en el Legislativo la llamada ley MAPE, un proyecto que está todavía en manos de la Comisión de Energía y Minas. El verdadero problema con esa iniciativa, no obstante, no es que no esté lista, sino que propone un marco legal aún peor que el del Reinfo para el desarrollo de la actividad en cuestión. Los especialistas que han revisado el texto señalan, en efecto, que lo que plantea es beneficiar a los mineros ilegales, prestándoles el disfraz de pequeños mineros o mineros artesanales. De ser aprobado el proyecto, en otras palabras, lo que se obtendría es un Reinfo recargado.
Llama la atención por eso la presión ejercida este martes por el presidente de esa comisión, Paul Gutiérrez (Bloque Magisterial), y algunos otros parlamentarios de izquierda presentes en el referido grupo de trabajo para que se discutiera el predictamen de la norma y promover su aprobación a marcha forzada. Una sesión fuera de plazo, una interpretación antojadiza del reglamento del Congreso y hasta una amenaza velada fueron los recursos de los que ese puñado de legisladores echó mano para tratar de imponer su voluntad. Felizmente una cuestión previa para suspender el debate hasta la próxima legislatura (oportunamente planteada, pero a cuya votación Gutiérrez trató de darle largonas) frenó el empeño. Empero, como mencionábamos, ello no impidió que el parlamentario Álex Paredes (también del Bloque Magisterial) deslizara hacia sus colegas una “advertencia” con ribetes de amenaza. Durante los viajes a sus respectivas regiones por la semana de representación que está por empezar, les dijo, los “mineros artesanales” del lugar les tomarían cuentas… La comisión, por otra parte, se reunirá hoy jueves a partir de las 10 a.m. para continuar con la discusión del asunto, por lo que no cabe bajar la guardia.
Finalmente, no podemos dejar de distinguir en el trasfondo de todo este pulseo político la triste ironía de que, haciendo gala de un doble rasero, diversas bancadas de izquierda se oponen a la gran minería, cuya contaminación puede ser fiscalizada, pero apoyan la minería ilegal, que contamina sin control.