:quality(75)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elcomercio/a227dadf-37de-4947-b5a5-ef2a6e797a82.jpg "Foto de Enzo Mori")
El edificio federal de Los Ángeles, sede del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), amaneció el lunes con sus puertas cerradas al público y con una docena de soldados de la Guardia Nacional custodiando los accesos. Según reporta EFE, las citas programadas para inmigrantes que buscaban regularizar su estatus han sido canceladas debido a las manifestaciones pacíficas —y algunos hechos de violencia— que rodean el edificio desde las redadas migratorias recientes.
LA DECEPCIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LOS ÁNGELES
“Nos dijeron que el edificio está cerrado porque van a limpiar, entonces todas las citas programadas se van a cambiar”, relató Antonio, un inmigrante mexicano de 28 años, quien llevaba ocho meses esperando presentar su caso ante las autoridades. A su lado, María, su esposa estadounidense, expresó su frustración: “Hay personas que estaban esperando sus citas entre dos o tres años, y uno se siente frustrado por tener que seguir esperando”.
Muchos inmigrantes han perdido sus citas y se sienten frustrados (Foto: AFP)
El caso de Antonio no es aislado. Cientos de familias han visto truncadas sus esperanzas de regularizar su situación migratoria, sumando un nuevo obstáculo a su ya complicada situación. Las autoridades pidieron a algunos inmigrantes que se tomaran fotos frente al edificio como prueba de asistencia, aunque la mayoría se vio afectada por el cierre inesperado.
El abogado de inmigración Alex Gálvez confirmó a EFE que no solo se suspendieron las citas del USCIS, sino también las audiencias en el tribunal de inmigración de Los Ángeles y los procesos de ciudadanía estadounidense. Según el jurista, “todos tendrán que esperar unos meses para que les vuelvan a programar su cita, aunque para algunos eso podría ser una buena noticia, pues tras las audiencias se han presentado arrestos en las últimas semanas”.
Hubo muchos enfrentamientos en diferentes puntos de Los Ángeles en los últimos días (Foto: AFP)
HAY CASOS QUE SON DESESPERANTES
Entre quienes sienten más incertidumbre está Lenier, un solicitante de asilo nicaragüense de 32 años que ingresó a Estados Unidos hace 18 meses. Él tenía cita programada para este día, y teme que la cancelación afecte seriamente su caso, especialmente cuando las autoridades migratorias priorizan las deportaciones expeditas de quienes llevan menos de dos años en el país. “Estoy confundido con toda la situación y sobre mi futuro”, confesó al mostrar su citación.
El edificio federal no solo alberga oficinas del USCIS, sino también tribunales de inmigración y el centro de detención de inmigrantes del ICE, lo que lo convierte en el epicentro de las tensiones actuales. Incluso el representante a la Cámara de Los Ángeles, Jimmy Gómez, y varios abogados migratorios denunciaron que se les negó el ingreso para verificar las condiciones de los detenidos, en medio de señalamientos de hacinamiento, falta de agua y alimentos, y confinamiento prolongado en condiciones insalubres.
“Queremos comprobar que está pasando, porque hay denuncias graves sobre los derechos de los inmigrantes detenidos”, insistió Gómez, quien subrayó que la mayoría de los detenidos “no son delincuentes, como los ha querido dibujar el presidente Trump”. Las protestas, sin embargo, se mantienen mayoritariamente pacíficas, con la presencia de líderes de fe del grupo CLUE, que llegaron al lugar para rezar por los detenidos y exigir justicia.
Por ahora no se sabe cuándo USCIS restablecerá sus servicios al público. Mientras tanto, la frustración y la incertidumbre de miles de familias siguen creciendo, atrapadas en un sistema que parece fallarles justo cuando más lo necesitan.
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Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.
