
Tener cejas pobladas es el deseo de muchas personas, pero no todos nacen con esa suerte. Si además se han depilado demasiado, lograr que vuelvan a crecer puede parecer imposible. Por eso existen productos que prometen estimular su crecimiento, aunque no todos funcionan igual. Aunque en redes sociales se recomienden aceites naturales como el de ricino, los dermatólogos explican qué ingredientes realmente pueden ayudar.
Lo primero es entender qué se puede esperar. “Ningún producto puede crear nuevos folículos si no existen genéticamente”, aclaró la dermatóloga Jenny Liu en conversación con el medio HuffPost. Si las cejas son naturalmente finas, los productos pueden hacer que los vellos existentes se vean más largos y gruesos, pero no aparecerán nuevos donde nunca los hubo. Eso sí, si los folículos aún están activos, sí hay esperanza de mejoras.
La forma en que se han eliminado los vellos también influye. “Si alguien se depila seguido y el vello vuelve a salir, quiere decir que los folículos aún funcionan, así que es posible que vuelvan a crecer. Pero si ya no sale nada después de años de depilación, probablemente no vuelvan”, explicó la dermatóloga Maryanne Makredes Senna. Además, los resultados toman tiempo.

Según Senna, hay que usar el producto de forma constante durante tres a seis meses para notar una diferencia.
Uno de los tratamientos más efectivos es el bimatoprost, el ingrediente activo de Latisse, que aunque fue aprobado por la FDA para pestañas, muchos dermatólogos lo usan también en las cejas. “Funciona al prolongar la fase de crecimiento del folículo”, dijo Liu.
Los estudios demuestran que puede aumentar la densidad y el grosor de las cejas en poco tiempo, incluso desde el primer o segundo mes, pero si se deja de usar, el vello vuelve a su estado natural.
Hay opciones sin receta como RevitaBrow o GrandeBrow, que también contienen análogos de prostaglandinas. Funcionan de forma parecida, aunque con resultados más suaves. Liu señala que estos productos “prolongan el ciclo de crecimiento, pero con ingredientes menos potentes”; sin embargo, todos estos tratamientos pueden tener efectos secundarios, como irritación en la piel, cambios permanentes en el color del iris o hundimiento del contorno de los ojos.

Otra alternativa es el minoxidil, conocido como Rogaine. Aunque se usa en el cuero cabelludo, también puede ayudar en las cejas. Liu explica que mejora la circulación y estimula los folículos.
Según el medio citado, un pequeño estudio mostró buenos resultados en cuatro meses. Eso sí, el vello que crece con minoxidil puede caerse si se deja de usar, ya que el ciclo de crecimiento vuelve a la normalidad.
También existen opciones menos potentes, como los productos con péptidos. Según Liu, “ayudan a mantener sanos los folículos y mejoran la apariencia de las cejas con el tiempo”, aunque los cambios suelen ser leves.

En cuanto a los remedios naturales como el aceite de ricino o el de romero, no hay suficiente evidencia científica. “Pueden hidratar o reducir la inflamación, pero no hacen crecer el vello de forma significativa”, dijo Liu.
Por su parte, Senna advirtió que el aceite de romero podría causar irritación si se aplica cerca de los ojos.
Guía para cuidar las cejas
Vogue España destaca que el cuidado de las cejas inicia con una limpieza e hidratación adecuadas. Es indispensable desmaquillarlas bien cada noche y nutrirlas con aceites como el de ricino para mantener el vello fuerte y los folículos sanos. Además, se aconseja evitar la depilación excesiva, favoreciendo una forma más natural y solo retirando los vellos fuera del diseño deseado, o buscando la ayuda de un profesional.
Para el mantenimiento diario, la revista sugiere cepillar las cejas regularmente para estimular el crecimiento y peinarlas. Se pueden usar geles fijadores para un aspecto pulido. Si el vello es escaso, se recomienda aplicar sérums específicos para el crecimiento constantemente para mejorar la densidad y la salud general de las cejas.